Esta semana he vuelto a constatar que el emprendimiento en España no es sólo cosa de gente joven que domina las tecnologías. También se puede ser “algo menos joven” y crear una startup que ofrezca rentabilidad financiera y social a los inversores. Una manera de realizarse personalmente contribuyendo a la mejora de nuestra sociedad sin renunciar a retribuir al capital necesario para conseguirlo. Dos de los cuatro proyectos que me asignaron para “evaluar” su participación en el próximo Foro de la Red de Inversores y Business Angels del IESE son un buen ejemplo. El emprendimiento […]
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