" /> Hijos universitarios: Educación en valores en un entorno internacional
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Hij@s universitari@s: Educación en valores en un entorno internacional

Hij@s universitari@s:  Educación en valores en un entorno internacional

Tener hij@s en edad universitaria nunca ha sido fácil. Y si no, que se lo pregunten a nuestros padres. Pero al menos la elección de dónde estudiar estaba bastante clara. Probablemente por la existencia de una oferta limitada y una sociedad española homogénea. Hoy en día estudiar con compañeros que han crecido en entornos culturales y familiares diversos es muy normal. Probablemente porque el acceso a la universidad pública, los Erasmus e incluso las dobles titulaciones con universidades extranjeras está muy extendido entre las familias españolas. Pero ahora nos toca, como padres, asegurarnos que los valores que hemos transmitido a nuestr@s hij@s perduren y que les ayuden en esta nueva etapa. ¿Qué papel debe tener la universidad en este asunto?

Antes de poder contestar a esta pregunta, quiero concretar a qué me refiero cuando hablo de valores. Y no encuentro mejor manera que compartir algunos de los valores que mi padre me inculcó desde pequeño. Lo hizo de la única manera que funciona: dando ejemplo.

  • Responsabilidad. Cada uno de nosotros somos responsables de nuestros actos. Y de lo que conseguimos o dejamos de conseguir. Si queremos que los demás nos respeten, hay que empezar respetando todo lo que afecta a los demás. Echar la culpa a los demás no es opción; tenemos que preguntarnos qué hemos hecho nosotros para que ocurra lo que sea.
  • Esfuerzo y compromiso. Un valor muy fácil de decir pero muy difícil de practicar. Especialmente cuando tienes que mantener tus compromisos con quien los hayas acordado y en cualquier circunstancia. Se practica intentando hacer todo lo posible (y lo imposible) para ejecutar cualquier cosa lo mejor que esté a tu alcance. Un valor que está en crisis y que es fundamental que practiquen nuestr@s hij@s.
  • Administración y orden. Quizás sea un valor poco “glamuroso”, pero que te evita muchos sustos en la vida. Y que te permite ganar en independencia respecto a terceros que quieran influir en tus actos. También te permite poder elegir, en parte, cómo quieres disfrutar esta vida. Una vida que sólo se vive una vez y que nos obliga a equilibrar la obligación con la devoción.
  • Positivismo. Ante cualquier situación, el vaso siempre está medio lleno. Siempre hay que buscar el lado positivo de las cosas, para aprovecharlo o aprender de ello. Las adversidades son pruebas de la vida para ayudarte a hacerte más fuerte y mejor persona. No es lo mismo que ser optimista, que muchas veces te aleja de la realidad y te debilita.
  • Proactividad. Hay que ir por delante en la vida; estar espabilado. No esperar a los acontecimientos. Lo que hay que hacer es intentar influir en nuestro propio destino, que está en nuestra mano.
  • Ayudar. No sé si ayudar es un valor o una virtud. Pero, en cualquier caso, es otra capacidad que deben desarrollar nuestr@s hij@s. Todos los que podamos leer este artículo somos unos privilegiados, aunque no nos demos cuenta. En unos momentos donde la desigualdad crece y miles de millones de personas no tienen lo básico, es imperativo compartir.
  • Saber estar. Esta virtud (esto sí que no es un valor!) también es un básico que deben dominar nuestr@s hij@s. Saber desenvolverse en cualquier ambiente y entre personas de diferente estatus social les ayudará en su vida personal y profesional. No es tener “don de gentes”, es “saber estar” sin que nadie se sienta incómodo o fuera de lugar.   
  • Innovar. Esta capacidad no es ni virtud ni valor. Pero hoy en día ni las personas ni las empresas tienen futuro sin ella. Mi padre decidió irse a Alemania durante 6 meses después de finalizar sus estudios de ingeniería. Luego nos envió a los 7 hermanos a estudiar a Estados Unidos en los años 80, cuando prácticamente nadie lo hacía. Hay que tener la mente abierta y para ello nada mejor que viajar y vivir fuera. Nuestr@s hij@s tienen que hacerlo, ahora seguramente un poco más lejos. Internacionalizarse es una oportunidad, no un castigo.

Seguro que hay más valores, virtudes o capacidades que nuestr@s hij@s necesitan practicar o desarrollar. Pero si tienen las que he comentando ya tienen mucho ganado en la vida. Ahora el reto es que las mantengan y sepan transmitirlas en el futuro.

¿Qué papel debe tener la universidad en este asunto?

En los tiempos que vivimos lo políticamente correcto es decir que ninguno. Que nuestr@s hij@s son mayores de edad y que deben ser ellos los que descubran y elijan qué y cómo vivir su vida. Básicamente, los profesores nos deberíamos limitar a enseñarles los contenidos incluidos en nuestras asignaturas. Además de formarles en poner en práctica esos conocimientos que les ayuden a incorporarse al mundo laboral. En resumen, deberíamos intentar influir lo menos posible en su desarrollo no académico.

En mi opinión, el papel que debemos tener los profesores universitarios debe ir más allá de lo puramente académico. Debemos promover y exigir la consolidación de muchos de los valores comentados anteriormente. Pero poco o nada podremos hacer si l@s alumn@s no viven esos valores en sus familias. Por lo que reside en nosotros, los padres de la generación de la EGB, la responsabilidad de recordárselo a nuestr@s hij@s diariamente. Viviendo en casa y en el trabajo según esos valores. Es la mejor herencia que les podemos dejar, la educación en valores. Aquello que nadie les puede quitar y que les ayudará a lo largo de toda su vida.

Muchos hemos tenido la suerte de disfrutar de unos padres que nos han educado en estos valores. Que sin haber estudiado la carrera en una universidad gobernada por esos valores, estamos disfrutando de una vida plena.  En mi caso particular, además, con el privilegio de poder compartir esos valores con mis alumnos actualmente. Y con la satisfacción de comprobar como la mayoría de ellos valoran muy positivamente mis consejos y orientación. Una excelente noticia para un sistema universitario español que necesita reforzarse para competir a nivel internacional.

¡Feliz Navidad a tod@s!

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Rafael Ramiro

Sobre mí
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Comments (8)
José Martin Cabiedes • 2 años ago

Magnífico

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Quique • 2 años ago

Hola Rafa Me gusta!! Muy buen recuerdo a tu padre, los que hemos conocido a tío gerardo era así Abrazos

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Silvia González del Campo • 2 años ago

Rafa, muy buen artículo por el tema sobre la educación en valores de nuestros hijos y por tu gratitud hacia la educación que tu padre os dio. Un abrazo.

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Antonio Dominguez • 2 años ago

Sin duda alguna la mejor herencia que podemos dejar a nuestros hijos , por encima incluso de la formación , son los valores ...

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Miguel Ángel Medina • 2 años ago

Estupendo artículo. Efectivamente hay que esperar que los valores sembrados durante años, den sus frutos en el período universitario y luego tengan su reflejo en el resto de sus vidas. Para ello, necesitamos de la colaboración de profesores como tú.

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Fernando Gallego • 2 años ago

Me ha gustado mucho tu artículo y no puedo estar más de acuerdo contigo, sobre todo en que el ejemplo es la mejor manera de educar en valores, ahora lo que no tengo tan claro es que en la universidad se use mucho esa técnica.

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José Mª Gómez-Acebo • 2 años ago

Felicidades Rafa, totalmente de acuerdo, aunque sea nadas contracorriente

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Jaime oliveira Agulló • 2 años ago

Muy bueno Lo paso a mis tres hijos

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Por favor, exprésate con amabilidad, todos lo agradeceremos.

By Daniele Zedda • 18 February

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By Daniele Zedda • 18 February

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