Como muchos de vosotros sabéis, mi tesis doctoral (en gestación) se centra en la internacionalización de los operadores de telecomunicaciones. En concreto, en realizar un estudio comparativo entre los operadores de Estados Unidos y Europa. Uno de los casos de estudio es Vodafone, que acaba de anunciar la compra de la mayoría de los activos de Liberty Global en Europa. Y ya he podido constatar que hay varias razones por las que estas operaciones se llevan a cabo, con un peso relativo en la toma de decisiones final. Una de ellas es la necesidad de mantener el liderazgo de tu mercado doméstico. Pero para Vodafone, ¿cuál es su mercado doméstico? ¿El Reino Unido? ¿Alemania? ¿Europa? Si le preguntas al Consejero Delegado de Deustche Telekom no contestará el Reino Unido. Su enérgica oposición al acuerdo Vodafone – Liberty Global intenta proteger su posición en el mercado alemán y anticipa una batalla por el liderazgo europeo de las telecomunicaciones.
En 1999 Vodafone compró Airtouch Communications Inc, un operador de telefonía móvil norteamericano. Con esa compra adquirió indirectamente un 35% del grupo alemán Mannesmann, dueño del mayor operador de telefonía móvil en Alemania. Unos meses después, y tras una OPA hostil, Vodafone absorbió la totalidad del grupo alemán.
Ahora en 2017, Alemania es el mayor mercado doméstico para Vodafone. Sus ingresos superan los €10.000 millones, casi una cuarta parte de sus ingresos totales. Muy por debajo de los €6.600 millones que obtiene en el Reino Unido. Y la incorporación de los activos de Liberty Global reforzará su cuota de negocio en ese mercado y su posición competitiva ante una creciente demanda de ofertas convergentes.
Vodafone compite en Alemania con Deustche Telekom, que factura allí casi €22.000 millones. Y con Telefónica, que facturó €7.280 millones.
Pero lo que realmente está en juego es el liderazgo europeo de las telecomunicaciones. Vodafone genera cerca del 75% de sus ingresos en Europa, facturando casi €32.000 millones. Y el próximo 15 de mayo publicará los resultados definitivos de su año fiscal que cierra en marzo, donde probablemente anuncie una mejora de esas cifras.
Unas cifras que casi igualan los €33.500 millones de facturación en Europa de Deustche Telekom (45% de sus ingresos totales). Y superan los €29.000 millones obtenidos por Orange (71% de sus ingresos totales) y los €26.500 millones generados por Telefonica (algo más de la mitad, 51%, de sus ingresos totales).
Por tanto, el negocio que Liberty Global aporta a Vodafone en Europa (Alemania, Chequia, Rumanía y Hungría) le permitirá reforzarse en su carrera por el liderazgo en la región.
Tanto Vodafone como Deutsche Telekom, Telefonica y Orange luchan por liderar la necesaria consolidación entre operadores en Europa. En nuestra región existen más de 50 operadores de telecomunicaciones con red propia, con 4 operadores presentes en cada país, salvo excepciones. Estos operadores compiten por algo más de 500 millones de habitantes y tienen que hacer frente a las inversiones crecientes en fibra óptica y el 5G. Si esa consolidación no se facilita, Europa corre el riesgo de perder más fuelle frente a los operadores norteamericanos, chinos o japoneses. Pero ni el regulador europeo ni el doméstico lo han facilitado hasta la fecha. Y probablemente tampoco han ayudado los intereses nacionales de los países y de los directivos de estas empresas.
En Estados Unidos hay cuatro grandes operadoras para un mercado de 320 millones de habitantes. Destacan ATT y Verizon, las dos compañías de telecomunicaciones más grandes del mundo por capitalización. Y parece que se van a quedar en tres, con la reciente compra de Sprint (SoftBank) por parte de TMobile US (Deutsche Telekom).
En China hay tres operadores, de propiedad estatal, para un mercado de 1.400 millones de habitantes. Sólo China Mobile tiene más de 850 millones de clientes. Pero es que el tercer operador tiene más de 250 millones. Allí tienen un gasto mensual mucho menor (< $9) que en Europa ($25) o Estados Unidos ($40), pero en pleno crecimiento.
La compra de los activos de Liberty Media en Europa por Vodafone; la compra de Sprint por TMobile en Estados Unidos; la compra de Fox (con Sky en Europa) por parte de Disney o Comcast; o la compra pendiente de autorización de Time Warner por parte de ATT. Son muchos los movimientos corporativos que ya conocemos. Pero hay varios más “cocinándose”. Y pronto los conoceremos. Parece que la consolidación entre los operadores de telecomunicaciones y de cable y los grupos de medios ya no hay quien la pare.
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